Ir al contenido principal

Real Valladolid B 2-2 SD Compostela

 El Compos salva un valioso punto que le mantendrá en puestos de promoción de ascenso una semana más

Todo llegó a pintar muy negro, pero al final, la SD Compostela logró rescatar un empate en Valladolid. Un empate que le permite al menos no perder distancias con los equipos que tiene por encima, incluido el propio equipo pucelano, además de asegurarse una semana más mantenerse en la quinta posición ocurra lo que ocurra en el partido del Zamora. Cierto es que aún así se puede ver como una gran oportunidad perdida de no recuperar posiciones en la tabla y no permitir que equipos como el filial del Oviedo se acerquen, pero, tal y como se fueron sucediendo los acontecimientos, seguramente sea un día más para ver el vaso medio lleno que medio vacío.

Y es que ese suceder de los acontecimientos parecía llevar al equipo al desastre, y eso que no entró mal en el partido. Con una buena presión adelantada, los blanquiazules lograron plantar cara al equipo local en los primeros compases del encuentro. Pero la estratagema pronto dejó de dar frutos, mientras que el Valladolid fue "in crescendo", sintiéndose cada vez más cómodo desplegando su juego. Sus buenas sensaciones se vieron reafirmadas en el minuto 25, cuando llegó el primer gol blanquivioleta de la tarde. Fue en una segunda jugada tras un saque de esquina. Los locales volvieron a meter el balón a la olla, y tras el centro un futbolista remata al larguero. El rechace lo cazó Cedric, que con Javi Jiménez vencido tras tratar de detener el primer remate, pudo marcar a placer.

A raíz del gol la diferencia futbolística entre los dos equipos no hizo sino crecer, y el Valladolid B se hizo muy superior. Pasó a convertirse en el único equipo que creaba y atacaba mientras que la SD era un zombi en el campo. Así, no tardó el filial castellano en asestar un segundo golpe. Esta vez fue en un contraataque. Jugada rápida por banda izquierda, pase atrás, y cañonazo de Maroto para marcar un verdadero golazo.

Todo pintaba verdaderamente mal. Pero el Compos hizo lo que hay que hacer en estas situaciones: reaccionar rápido. En menos de 5 minutos desde la reanudación. El equipo sacó provecho de un saque de banda, tras el que Parapar logra regatear, centrar, y poner una asistencia perfecta para que Jaime Santos, a escasos metros de la línea de gol, pudiera hacer el 2-1 aprovechando que el guardameta estaba defendiendo el primer palo.

Este tanto avivó la llama de la esperanza, que dio al Compos energías y motivación para, con más fe que cabeza, irse a por el gol del empate. A  ráfagas y sin mucha continuidad, con más coraje que ideas, pero la SD plantaba batalla y buscaba con convicción el gol de la igualada. Un gol que acabaría llegando en el minuto 71, obra de Darío. Fue una jugada en la que la SD hizo tres cosas perfectas: un centro desde la izquierda preciso y a donde tenía que ir, un desmarque de Darío perfecto, y una definición también perfecta. Tres cosas bien ejecutadas en el momento justo. Y como recompensa, el gol del empate.

Con 20 minutos por delante, el Compos aprovechó el tirón emocional de la remontada y estuvo mejor que su rival, pero le faltó chispa en ataque para poder llevarse la victoria. El equipo de nuevo, encontró su fuerza más en su coraje que en su fútbol y le costó volver a poner en apuros al meta rival. Así que finalmente, el encuentro terminó con el 2-2.