La fortuna se alía con el Compos y le permite alcanzar su cuarta victoria consecutiva
Alineación (4-1-4-1): Lucas, Saro, Cardeñosa, Uña, Mon, Samu (Taboada), Diego Rey (Santi Gegunde), Make, Recoba, Rubén (Cabrejo) y David Nogueira.
El Compos suma y sigue. El año 2017 le está sentando muy bien a una SD Compostela que parece que va en serio en su empeño por alcanzar los puestos de playoff. También es cierto que hoy venció con mucha fortuna y sembrando muchas dudas. Como reconoció Yago Iglesias en rueda de prensa, "es una victoria que nos da para analizar mucho". A pesar de que el equipo empezó como un tiro, dando la sensación de que incluso podía acabar goleando, fue yendo de más a menos a lo largo del encuentro y sufrió muchísimo para llevarse los tres puntos, beneficiándose de la falta de acierto del conjunto visitante.
El comienzo de la SD fue sensacional. El equipo tocaba, se gustaba, tenía el balón y era vertical. Se iba arriba y generaba peligro con facilidad. El Castro era un juguete en las manos de una SD que sabía lo quería y tenía claro cómo conseguirlo. Tras unos primeros minutos de acoso, el Compos lograba ponerse por delante a balón parado, tras un buen testarazo de Cardeñosa a un saque de esquina. Minutos después, Cedrón evitaba el 2-0. Pero poco a poco el conjunto blanquiazul fue perdiendo fuelle. El Castro se vino arriba y empezó a llegar con peligro. Los visitantes rozaron el gol del empate, pero perdonaron. Y el Compos se lo hizo pagar caro. Después de un mano a mano que sacó Lucas y que pudo significar el 1-1, la SD marcó a la contra el 2-0. Fue tras una magnífica individualidad de Diego Rey, que sale desde el puesto de lateral, se deshace de tres rivales entre regates y le entrega el balón en el área a Recoba, que tras deshacerse de su defensor con el control, tira a portería y bate a Cedrón.
El gol volvió a dar alas al Compos que fue recuperando su buen juego inicial y disfrutó de varias buenas ocasiones para haber dejado el encuentro finiquitado antes del descanso. Dejó vivo al Castro cuando agonizaba, lo cual le costó mucho sufrimiento en la segunda mitad. Y es que en el segundo tiempo, la SD no apareció. Mientras, el conjunto castrense salió enchufadísimo en la segunda parte y en apenas tres minutos recortó diferencias en el marcador en un saque de esquina. Y con el refuerzo anímico del gol, se fueron a por todas y encerraron al Compostela en su campo. Un Compostela que empezó a mostrar sus peores defectos: debilidad defensiva, falta de intensidad y constantes imprecisiones. Mientras, el Castro tenía una ocasión tras otra, pero no era capaz de meter ninguna. Los blanquiazules jugaban con fuego y en cualquier momento se podían quemar. Sin embargo, tuvieron la suerte de que los visitantes fallaban mucho y al final el equipo pudo sentenciar el partido al contraataque, por medio de Santi Gegunde de cabeza a un centro de Cabrejo.
Turno ahora de disfrutar de la victoria que sirve al conjunto compostelano para recortar un punto al cuarto clasificado, pero también de reflexionar y corregir cosas porque la suerte que tuvo hoy el Compos no la va a tener siempre. No se puede fallar tanto cuando está en nuestras manos cerrar el partido, ni tampoco se puede ceder tanto terreno ni ocasiones porque otro día el resultado puede ser diferente.